El gran rabino Alfredo Goldschmidt explica el significado histórico del ‘Día de la Memoría’, que recuerda el final del Holocausto

enero 28, 2010

El gran rabino Alfredo Goldschmidt explica el significado histórico del ‘Día de la Memoría’, que recuerda el final del Holocausto.

vía El gran rabino Alfredo Goldschmidt explica el significado histórico del ‘Día de la Memoría’, que recuerda el final del Holocausto.

Mi cuento de hoy

agosto 20, 2009

Desde el área de Español y la Biblioteca compartimos con la comunidad educativa una pequeña parte del proyecto «mi cuento de hoy» que realizamos desde hace dos años con los estudiantes de primaria y hemos extendido hasta algunos grados del bachillerato.

Esperamos sus comentarios.

Cuento Viajero Junio

junio 12, 2009

cuentoviajero2

Dos Hermanos

Hace mucho, mucho tiempo, en la región donde antiguamente levantábase Jerusalén, la ciudad sagrada, vivían dos hermanos. Eran labriegos, y cultivaban la tierra que habían heredado de su padre. El hermano mayor era soltero y vivía solo. El menor era casado y vivía con su esposa y sus hijos. Los dos hermanos araban, sembraban y cosechaban juntos. Y el producto del trabajo común era repartido por partes iguales. … Y llegó el tiempo de la cosecha. Los dos hermanos cosecharon el trigo y lo dividieron en dos atados iguales, uno Para el hermano mayor y el otro para el menor. Esa noche, el hermano menor no podía conciliar el sueño. El pensaba: «Yo no tengo ni esposa ni hijos. No tengo que alimentar ni vestir a nadie. Mi hermano, en cambio, tiene la responsabilidad de una familia. ¿Es justo entonces que compartamos nuestras cosechas en la misma proporción? Sus necesidades son mayores que las mías». A medianoche se levantó, tomó una pila de gavillas de trigo y las llevó al campo de su hermano. Esa misma noche tampoco pudo dormir su hermano, pues pensaba en él. «He aquí que cuando sea viejo mis hijos me cuidarán, pero ¿qué le sucederá a mi hermano? ¿Quién cuidará de sus necesidades? No es justo que compartamos nuestras cosechas del mismo modo». Así que se levantó, reunió un montón de gavillas de trigo y las condujo al campo de su hermano, dejándolas allí. A la mañana siguiente se levantaron los dos hermanos y salieron al campo. Se asombraron muchísimo al encontrar la misma cantidad de trigo cosechado que Habían dejado la noche anterior. Pero no dijeron nada. A la noche siguiente repitió cada hermano lo que había hecho antes. Y por la mañana… nuevamente se asombraron: el número de gavillas en cada campo no había variado. Pero en la tercera noche, cuando ambos hermanos repetían el traslado de gavillas, se encontraron en el camino. Inmediatamente comprendieron lo que había ocurrido. Embargados por la emoción, dejaron las gavillas y se abrazaron, llorando de gratitud y de felicidad. La leyenda nos cuenta que, en el lugar donde se encontraron los hermanos se construyó el Beit Hamikdash*, lugar donde se reunían todos los hermanos, el pueblo de Israel.

*El “Santo Templo” — en hebreo, era una estructura de múltiples niveles, con espacios cubiertos y al aire libre, era el núcleo del judaísmo, su sitio más sagrado. Estaba situado sobre el monte Moriah en Jerusalén.

Cuento viajero abril

May 5, 2009

cuentoviajero2Los dos amigos

Había una vez dos amigos, eran los mejores amigos y hacían todo juntos, un día decidieron hacer un largo viaje, subieron montañas, cruzaron ríos, atravesaron bosques y al fin llegaron al desierto.

Ya en el desierto empezaron a discutir y uno de ellos enojado abofeteo al otro, el ofendido escribió en la arena:

“Hoy mi mejor amigo me abofeteo en el rostro”.

Siguieron caminando y más tarde encontraron un oasis, allí se metieron al lago a nadar y el amigo ofendido comenzó a ahogarse hasta que el otro lo salvó. Entonces el amigo ofendido escribió en una piedra  “hoy mi mejor amigo me salvó la vida”.

El amigo que fue salvado le preguntó: ¿Por qué cuando yo te ofendí vi que escribiste en la arena y ahora que te salvé en una piedra?

El otro sonriendo le contesta:

“Cuando un amigo nos ofenda debemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encarguen de borrarlos; pero cuando un amigo haga algo grandioso por ti debemos grabarlo en la tierra de la memoria del corazón donde ningún viento de todo el mundo podrá borrarlo.

biblioteca@theodoro.edu.co

Semana del idioma 2009

abril 28, 2009

Con orgullo queremos compartir con la comunidad académica las imágenes y videos de la celebración de  la semana del idioma en el presente año.

Biblioacera en la primaria

Biblioacera en la primaria

Visita del escritor colombiano William Rouge

Visita del escritor colombiano William Rouge

Muestra de fotoperiodismo estudiantes noveno grado

Muestra de fotoperiodismo estudiantes noveno grado

Trueque de materiales

Trueque de materiales

Murales de la expresión

Murales de la expresión

Stands tribus indígenas de Colombia

Stands tribus indígenas de Colombia

Tribus indigenas de Colombia Grado Octavo

Tribus indigenas de Colombia Grado Octavo

Conversatorio con la familia del escritor antioqueño Manuel Mejía Vallejo

Conversatorio con la familia del escritor antioqueño Manuel Mejía Vallejo

CUENTO VIAJERO MARZO

marzo 25, 2009

EL TRÉBOL DE CUATRO HOJAS

Molly quería tener un poco de buena suerte, decía que no tenía buena suerte desde hacia mucho tiempo. Las sumas y problemas de aritmética le salían siempre mal, había perdido el dedal de plata y lo peor de todo su gatito se había ido a corretear por ahí y no había vuelto a casa.
Tengo muy mala suerte decía Molly llena de tristeza. Me gustaría tener un poco de buena suerte, aunque fuera una sola vez en cuando, mamá.
Bueno entonces busca un trébol de cuatro hojas –le dijo su mamá- los tréboles de cuatro hojas traen buena suerte ¿sabes? Sal al jardín a ver si encuentras alguno.

A Molly aquello le pareció muy buena idea. Así que salió al jardín y se sentó en la hierba seca. A su alrededor estaba lleno de tréboles, con sus pequeñas hojas redondeadas, y Molly se puso a buscar uno que tuviese cuatro hojas, miró por los menos 300 tréboles, pero ninguno tenía cuatro hojas.

Su mamá la llamó a comer y ella entró corriendo a casa. Bueno ¿has encontrado alguno? le preguntó su mamá ¿Tú crees que vale la pena seguir buscando?
Tienes que mirar en el trozo más oscuro que hay en el jardín – le contestó su mamá – puede que allí encuentres el trébol de cuatro hojas.
Así que después de comer, Molly continuó buscando y terminó por encontrar un trébol de cuatro hojas, poderoso, grande y fuerte… ¿no era maravilloso? Lo cogió y corrió a casa con él.
¡Viva! ¡Mamá! ¡He encontrado uno! ¿Qué tengo que hacer ahora? – Ponlo bien plano entre las hojas de un libro y ahora si tendrás buena suerte – Justo mientras estaba prensándolo Molly oyó unas de sus amigas que la llamaba desde afuera.
– ¡Molly! ven a jugar conmigo, en el jardín encontró a Hilda que la saludaba con la mano. ¿Dónde está Peter? – preguntó Molly- Pensaba que el también vendría a jugar.
No puede, – contestó Hilda – su madre está muy enferma, y a él le pone muy triste verla en la cama que dice que aunque pudiera no podría dejarla sola y venir a jugar.

Pobre Peter – dijo Molly -¡Como me alegro de que mi mamá no esté enferma! Una vez se enfermó y vino el medico, y me acuerdo que yo tenía que estar tan quieta y tan callada que en casa no podía oírse ni una mosca.

– Peter dice que le gustaría poderse comprar un buen pedazo de suerte – ¡Así se la podría dar a su madre para que se curara! Pero la buena suerte no se puede comprar. O la tienes o no hay nada que hacer.

¡Oooh! Dijo Molly de repente yo tengo un poco de buena suerte. Acabo de encontrarla.
¿Qué quieres decir? La buena suerte no se puede encontrar por ahí. ¿O si?
Es en un trébol de cuatro hojas dijo Molly te lo enseñaré. Entró a casa a toda velocidad y volvió a casa a mostrárselo a Hilda. Entonces se le ocurrió una idea buenísima.
Se lo daré a Peter – dijo – el necesita más buena suerte que yo. Seguro que su madre se pondrá mejor si tiene un pedacito de buena suerte. ¡Que buena idea!
Las dos niñas salieron echaron a correr camino abajo con el trébol. Cruzaron varios campos y llegaron a casa de Peter. Vieron a Peter que estaba en el jardín y lo llamaron.
– Peter tenía los ojos enrojecidos de tanto llorar. No podía soportar ver a su madre enferma, y estaba triste, muy triste.

– ¡Oooh! Exclamó Peter lleno de sorpresa – ¡Mira! ¡Te he traído un poco de suerte! Y le dio el trébol a Peter ¿De donde lo has sacado? – Lo he encontrado en mi jardín – es para ti.
– ¿Es que tú no quieres tener buena suerte? – preguntó Peter.

¡Pues claro que quiero tener buena suerte! Pero tú la necesitas más que yo – le dijo la bondadosa Molly, Peter se lo agradeció de todo corazón.

¡Lo deslizaré en la mano de mi mamá y entonces seguro que se pone mejor!
Molly y Hilda le dijeron adiós y se marcharon enseguida.
En el camino hacia casa, pasaron por delante de la granja del olmo. En la puerta estaba la esposa del granjero la señora manzana.
¡Molly, Molly!- La llamó ven un momento. Molly se acercó y la señora Manzana la hizo entrar hasta la cocina, junto al fuego había un cesto, y en cesto estaba la gata Chippy con cuatro gatitos negros más bonitos que uno se pueda imaginar.
¡Oh, que bonitos, son preciosos! , son igualitos al gatito que yo perdí. – . Muy bien puedes elegir el gatito que mas te guste del cesto – dijo la señora Manzana – . Se que eres una niña muy buena y quieres mucho a los gatitos, así que me gustaría que cuidaras de uno de ellos. Corre a casa y pregúntale a tu mamá. Si ella dice que si, puedes venir mañana y elegir lo que quieras.
¡Que contenta estaba Molly! Se fue como una flecha a su casa y le explicó a su madre lo que le había dicho la señora Manzana.
¡Pero si yo pensaba que habías estado todo el tiempo en el jardín! – le dijo su mamá, sorprendida – . ¿Cómo es que estabas en la granja? ¿Para que has ido allí?
Verás, mamá, es que le he llevado mi trébol de la buena suerte a Peter, su madre estaba enferma, así que él necesitaba muchísimo suerte.
Mamá le dio un beso.
Tener corazón trae muchísima más suerte que un trébol de cuatro hojas – le dijo- eres una niña muy generosa, cariño y me siento orgullosa de ti. ¡Te mereces tener un gatito! Mañana puedes ir a la granja y escogerlo tu misma.
¡Aquello era maravilloso! Molly eligió la que tenía una mancha blanca en la cola y se lo llevó a la casa. Al llegar se encontró a Peter esperándola en el jardín con aspecto muy contento.
Molly he venido a decirte que mi mamá está mejor; el médico dice que mañana ya podrá levantarse de la cama. ¡Seguro que ha sido gracias al trébol de la buena suerte que me diste!
¡Que contenta estoy! –Dijo Molly-. Mira Peter, yo también he tenido un poco de buena suerte, aunque te diera a ti la que tenía en el trébol de cuatro hojas: la señora Manzana me ha regalado este gatito.
¡Te lo mereces, Molly! – Dijo Peter -. Porque eres la chica más buena que conozco.

CUENTO VIAJERO ENERO

febrero 4, 2009

EL BARCO DE TODOS*

Un barco lleno de gente abandonó el puerto y comenzó a navegar por el mar. En el viajaban hombres mayores y jóvenes, mujeres, niños y otros pasajeros. Cada uno de ellos recibió su propio camarote – una habitación – el gran barco, y el viaje se desarrollaba con tranquilidad.

Cierto día, los pasajeros escucharon fuertes ruidos de martillo que venían desde la panza del barco. Nadie sabia quién golpeaba y por que lo hacia.

Finalmente lo averiguaron: uno de los pasajeros había decidido… hacer un agujero en el piso del barco. No me pregunten porque. Así se le antojó. El hombre estaba en su camarote privado, con una estaca de hierro y un martillo en la otra, tratando de hacer un agujero en el piso de su habitación.

Los demás pasajeros se asustaron mucho corrieron hasta el camarote del hombre y le dijeron: ¿Que estas haciendo? ¡Detente ya mismo! ¿No te das cuenta que harás que todo el barco se hunda en el mar?

-¡Salgan de aquí en este mismo momento!- Gritó a su vez el hombre enojado -. ¡No es problema de ustedes lo que yo haga en mi propia habitación! Pagué muchísimo dinero por mi camarote, y en el puedo hacer lo que yo quiera.

¡Tonto! – Le gritaron los demás pasajeros –. No ves que estamos en el mismo barco. El agujero que tú vas a hacer no solo te ahogara a ti mismo sino también a todos nosotros…

Esta es una parábola (Mashal) que contó Rabí Shimon bar lojai.*

Tomado de:

Tzreire, Merkaz

Un diamante en el mar y otros cuentos/ Merkaz Tzeire. Buenos Aires: Lubatich sudamericana, 1992. p. 48-50.

MI CUENTO DE HOY

noviembre 13, 2008

VIDEO REALIZADO PARA LA MUESTRA PEDAGÓGICA DEL PROYECTO MI CUENTO DE HOY

ESPERAMOS SEA DE SU AGRADO.

Con este proyecto se pretende mejorar los niveles de habla y escuha de los estudiantes del colegio; el proyecto se inició en los grados primero y segundo pero actualmente se realiza en algunos grados del bachillerato

LA BONITA ZANAHORIA JUGOSA

agosto 31, 2008

En el terreno que había detrás de la granja, vivían tres burros grises. Se llamaban Neddy, Biddy y Hee-Haw. A veces, el granjero enlazaba a uno de ellos a un pequeño carruaje, y su hija menor salía a dar un paseo. Pero, por lo general, los burros no tenían mucho que hacer y discutían muy a menudo.

Un día, Neddy encontró una zanahoria grande y jugosa en la cuneta, y se emocionó en gran manera. De hecho se emocionó tanto, que en lugar de guardar el secreto y comérsela hasta no dejar nada alzó la cuneta tanto que gritó:

¡Hiiihaaaaaaa! Hiiihaaaaaaa! Hiiihaaaaaaa!

Bueno, por supuesto, los otros dos burros fueron a ver que sucedía, y también ellos vieron la bonita zanahoria jugosa. Y quisieron comérsela.

Pero Neddy interpuso su cuerpo pequeño, grueso y dijo:

— No, La zanahoria es mía. Biddy intentó arrastrar la zanahoria mientras repetía: — ¡La zanahoria es mía! — – gritó

¡Yo soy el que tiene más hambre aquí, así que es mía! — dijo Hee-Haw, y trató de apartar a los otros de un empujón.

Entonces, Neddy se dio cuenta de que no iban permitirle comérsela en paz, y se ocurrió un plan para decidir que burro debía quedarse con la zanahoria. — veamos quien puede rebuznar mas fuerte propuso.

Así que comenzaron, el primero que rebuznó fue Neddy.

¡Hiiihaaaaaaa! Hiiihaaaaaaa! Hiiihaaaaaaa! – gritó, y un pequeño conejo color arena por allí cerca, quedó tan sorprendido de aquel fuerte ruido, Luego rebuznó Biddy.

¡Hiiihaaaaaaa! Hiiihaaaaaaa! Hiiihaaaaaaa!—— y el conejillo que lo observaba pensó que era un ruido muy desagradable.

A continuación rebuznó Hee Haw.

¡Hiiihaaaaaaa! Hiiihaaaaaaa! Hiiihaaaaaaa! Rugió Hee Haw y, cielos, su voz era tan fuerte que un puercoespín que pasaba por allí cerca se llevó un susto de muerte y se enroscó hasta quedar hecho una bola.

El conejo que los escuchaba pensó que tenían una voz horrible. Y entonces el conejo vio la bonita zanahoria jugosa que estaba en la cuneta. ¡oh no!, ¡Como se agitó en su naricilla cuando la vio!

Se escabullo de su escondite, y los tres burros lo vieron.

——- ¡miren! Allí hay un conejo—- gritó Hee Haw–, el nos dirá quién ha rebuznado con mas fuerza. ¡Entonces sabremos quien se lleva la zanahoria!

Así que llamaron al conejo para que hiciera de juez de concurso. Pero el conejo era muy astuto. No quería que ninguno de los burros se comiera la zanahoria. Así que miró y sacudió la cabeza.

—-No había mucha diferencia entre sus rebuznos – dijo — ¿Por qué no corren una carrera? Entonces podré saber con facilidad quien debe quedarse con la zanahoria.

—- es una buena idea —dijeron los burros—-. ¿Hasta dónde deberíamos correr, conejo?—

Bueno, den la vuelta completa al terreno y regresen hasta donde yo estoy sentado

—respondió el astuto conejo——– ¿preparados? ¡Uno, dos, tres! ¡Ya!

Y ya salieron los burros, a toda velocidad. Dieron una vuelta al terreno corriendo a todo galope, para gran sorpresa de la esposa del granjero jadeaban y bufaban, alzando las patas con muy buen estilo, cada uno intentando adelantarse a los otros.

Todos llegaron al punto de partida en el mismo momento. Pero cada uno de ellos pensó que había ganado.

—- ¡He ganado yo! —- dijo Neddy

—- ¡No yo soy el primero! — rebuznó Biddy

—- ¡La zanahoria es mía! — rugió Hee Haw

Al final decidieron preguntarle al conejo quien había ganado así que llamaron al conejo… pero nadie les respondió. Volvieron a llamarlo, y continuaron sin tener respuesta. Buscaron la zanahoria y había desaparecido.

Tomado de:

Blyton, Enid

Los mejores cuentos para cinco años. Enid Blyton/ Barcelona: Ediciones del Bronce, 1999. p. 89-94.

Plan Lector Tercer Bimestre

agosto 8, 2008

El área de Lengua Castellana y la Biblioteca han seleccionado los textos que se trabajarán en el Plan Lector del tercer bimestre. En torno a estos libros se realizará una serie de actividades en los diferentes grados con el fin de potenciar la comprensión lectora y de mejorar la producción textual de los estudiantes.

A continuación les presentamos la selección de los textos por grados:

Grado

Título

Autor

Editorial

Sexto

Cartas de un cazador

Horacio Quiroga

Fondo de cultura económico

Séptimo

El diablo de la botella

Robert Louis Stevenson

Norma

Octavo

Los ojos del perro siberiano

Antonio Santana

Norma

Noveno

Los crímenes de la calle Morgue

Edgar Alan Poe

Edaf

Décimo

Érase una vez el amor pero tuve que matarlo

Efrain Medina Reyes

Planeta

Undécimo

Satanás

Mario Mendoza

Planeta